En medio del renovado interés por la vida de Britney Spears, una nueva revelación de Kevin Federline volvió a encender la polémica. En su libro You Thought You Knew, el exbailarín relató el momento exacto en que supo que su matrimonio había llegado a su fin: una llamada telefónica en plena madrugada. Según cuenta, Britney lo contactó desde una fiesta, en estado de ebriedad y acompañada de Paris Hilton y Lindsay Lohan, mientras sus hijos, Sean Preston y Jayden, lloraban en el fondo de la llamada.

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Para Federline, esa noche fue “la gota que derramó el vaso”. Aunque no era la primera vez que Spears aparecía en los titulares por sus salidas nocturnas, ese episodio lo convenció de que las prioridades de la cantante habían cambiado. “Ya había visto las fotos en los medios, las fiestas y las madrugadas sin fin”, escribió en su libro, asegurando que ya no podía seguir esperando un cambio en su comportamiento.

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El exesposo de la intérprete de Toxic fue más allá al acusarla de haber consumido alcohol durante su embarazo y drogas mientras amamantaba. Dichas declaraciones desataron una fuerte respuesta de Spears, quien, a través de redes sociales, afirmó que los señalamientos son “mentiras piadosas” con fines económicos. “La constante manipulación por parte de mi exesposo es dolorosa y agotadora”, expresó, defendiendo que su versión solo busca sanar las heridas de un pasado marcado por el control y la exposición mediática.