A sus 60 años, Lenny Kravitz sigue siendo un ícono del rock y la moda. Con su inconfundible melena, atuendos llamativos y un físico impresionante, el músico ha logrado mantenerse vigente en la industria. Desde su residencia en París, donde vive desde 2006, reflexiona sobre su carrera, el paso del tiempo y el esfuerzo que hay detrás de su imagen imponente.

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Kravitz atribuye su estado físico excepcional a una rutina estricta: dieta vegana, sin azúcar y entrenamientos diarios sin importar la hora. “A veces entreno a las 2:30 de la mañana”, comenta, destacando que su disciplina es la clave de su bienestar. En 2024, un video suyo levantando pesas con pantalones de cuero se hizo viral, generando risas y admiración. “Fue divertido ver cómo la gente empezó a cambiar su forma de vestir en el gimnasio después de eso”, recuerda.

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Más allá de su apariencia, Kravitz ha construido una carrera sólida y mantiene una fuerte conexión con su público. Su gira “Blue Electric Light” está a punto de comenzar en Lyon, y el entusiasmo sigue intacto. “Las carreras largas tienen altibajos, pero lo importante es seguir adelante”, afirma. Con una vida marcada por la música, la espiritualidad y una relación cercana con su hija Zoë Kravitz, el artista asegura que nunca se ha sentido mejor.