Mark Hamill compartió una íntima reflexión sobre su carrera, desde el icónico papel de Luke Skywalker hasta su reciente trabajo en La Vida de Chuck, una adaptación de Stephen King alejada del terror tradicional. En entrevista con el pódcast Bullseye, el actor reveló que esta película reavivó su entusiasmo profesional en un momento en el que contemplaba el retiro. “Este proyecto es diferente a todo lo que había hecho”, señaló.

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En la cinta, Hamill interpreta al abuelo del protagonista, en una historia contada de forma inversa, que explora temas como la esperanza, la familia y la mortalidad. La propuesta lo llevó a pensar en su propio paso por la vida y en el valor de los relatos esperanzadores: “A mis 73 años, no puedes evitar pensar en la muerte, pero esta película tiene un mensaje optimista”, afirmó.

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Durante la entrevista, Hamill también sorprendió al hablar del trasfondo alternativo que él mismo imaginó para Luke en The Last Jedi. A diferencia del Luke aislado y derrotado que presentó Rian Johnson, el actor ideó una historia en la que su personaje abandona la Orden Jedi tras perder a su esposa e hijo en un trágico accidente con un sable de luz. “Necesitaba algo que me ayudara a entender su renuncia”, explicó. Aunque su visión nunca se mostró en pantalla, le sirvió como base emocional para interpretar al personaje con convicción.

Hamill recordó cómo enfrentó los desafíos del encasillamiento tras Star Wars, explorando el teatro y, posteriormente, el doblaje, donde se consolidó como la voz del Joker en la serie animada de Batman. “Ahí no importa tu imagen, solo tu voz, y eso fue liberador”, dijo. Su relato deja ver el proceso de reinvención que lo ha mantenido vigente por décadas, consolidando su legado más allá de la galaxia muy, muy lejana.