La polémica volvió a encenderse luego de que Camila Vitorino, Miss Portugal 2025, revelara que el certamen habría descartado desde el inicio a las candidatas casadas, con pareja o con hijos, exigiendo una dedicación total y absoluta a la organización. Según su testimonio, durante la concentración se insistió en que la futura reina debía dejar de lado cualquier vínculo sentimental o responsabilidad familiar para cumplir con las exigencias del título.

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Vitorino relató que se les remarcó que la reina debía estar comprometida al cien por ciento con el proyecto social del concurso, incluso afirmando que no había espacio para un “novio” o una vida sentimental activa. La modelo aseguró que muchas participantes, incluyéndose, se sintieron heridas al escuchar esas indicaciones, ya que consideraban que su vida familiar no debería ser un impedimento para aspirar a la corona.

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Pese a las críticas sobre la firmeza de su entrevista, Vitorino aclaró que su enfoque principal siempre fue la maternidad, destacando que tanto su matrimonio como su rol de madre le han otorgado valores y aprendizajes que fortalecen su identidad y su preparación como mujer. La también empresaria subrayó que estas experiencias no restan, sino que aportan herramientas esenciales para representar con liderazgo y compromiso a cualquier fundación o proyecto que dependa de una reina de belleza.