Los familiares de Lyle y Erik Menéndez han solicitado su liberación, aprovechando el resurgimiento del interés por su caso debido al estreno de la serie de Netflix “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez“. Los hermanos cumplen cadena perpetua desde 1996 tras haber sido condenados por el asesinato de sus padres en 1989, en un juicio mediático que marcó un hito en la televisión. La familia insiste en que las acciones de Lyle y Erik fueron producto de los abusos sexuales que sufrieron a manos de su padre.

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En una conferencia de prensa reciente, Joan VanderMolen, tía de los Menéndez, declaró que los hermanos han pagado un “precio muy alto” y que el sistema de justicia no reconoció adecuadamente el dolor que experimentaron. La defensa ha presentado nuevas pruebas, incluyendo una carta de Erik, que refuerzan las alegaciones de abuso. Esto ha impulsado la petición de una nueva sentencia, que podría permitir su excarcelación.

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El caso está siendo revisado por el sistema judicial de Los Ángeles, donde se ha reconocido una mayor comprensión sobre la violencia sexual desde el juicio inicial. El fiscal del distrito, George Gascon, ha asegurado que se revisará el caso bajo una nueva perspectiva ética, y se ha programado una audiencia para el 29 de noviembre.