Los presentadores del programa ‘Chisme no like’ revelaron un panorama tumultuoso detrás del escenario durante la exitosa gira de RBD. Javier Ceriani y Elisa Beristaín expusieron acusaciones de impagos y posibles maltratos dentro de la producción, lo que podría desencadenar acciones legales.

“La gira de RBD es un caos, hay demandas, problemas con los pagos y casos de discriminación”, afirmó Ceriani de manera enfática.

Beristain informó sobre modificaciones en la gestión: “Guillermo Rosas, el manager original, fue apartado del proyecto y sustituido por Marilyn Saidman de Live Nation”, a quien describió como “una estadounidense con un enfoque de trabajo bastante directo”.

Además, señaló que Marylin Saidman trata de manera despectiva a la producción y que los diseñadores de vestuario aún no han recibido su pago. “Nos llega información de que la forma en que se comunica con el personal es bastante brusca, pero otro aspecto que vamos a exponer es que el elaborado vestuario que están viendo no ha sido remunerado a los proveedores”, comentó Elisa en la más reciente transmisión de Chisme no like.

Ceriani amplió la información: “Han despedido a camarógrafos, no han pagado a los diseñadores de vestuario, están teniendo dificultades para recibir su remuneración. Señores, hay deudas, la situación es grave”.

El personal de producción también ha experimentado despidos injustificados, según Ceriani. Además, los propios miembros de RBD estarían siendo perjudicados, ya que no habrían recibido los pagos correspondientes por los servicios VIP vendidos a través de la página oficial del grupo.

“El dinero de estos servicios no ha sido depositado en las cuentas de los miembros de RBD. Este sistema fue establecido por su exmanager, Guillermo Rosas”, explicó Ceriani, resaltando que no se tiene información sobre lo acontecido con los fondos recaudados a través de este servicio.

Esta revelación expone posibles tensiones internas y desafíos financieros en la destacada gira de RBD, cuestionando la eficacia de la administración y la gestión financiera del tour, que evidentemente no está bajo el control directo de los integrantes de la banda.