El distanciamiento entre Meghan Markle y su padre volvió a tomar fuerza luego de que Thomas Markle pidiera, desde el hospital, una oportunidad para verla “antes de morir”. El hombre de 81 años, quien recientemente sufrió la amputación de una pierna en una operación considerada “salvavidas”, expresó su deseo de recuperar el vínculo con su hija y finalmente conocer a sus nietos. Según su propio testimonio, nunca ha dejado de quererla, pese a los conflictos que los han separado durante años.

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Desde Filipinas, donde permanece internado, Thomas reveló que anhela un encuentro tanto con Meghan como con el príncipe Harry y los pequeños Archie y Lilibet. Al mismo tiempo, se dijo sorprendido luego de que un portavoz de la duquesa confirmara que ella intentó comunicarse con él por correo electrónico el pasado 5 de diciembre. De acuerdo con el Daily Mail, Meghan envió un mensaje a una dirección que Thomas ya no utiliza, razón por la que él insiste en que nunca recibió noticias de su hija.

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El hospital donde fue atendido informó que tampoco ha existido contacto directo por parte de Meghan o su equipo. Mientras Thomas asegura que no ha cambiado su número telefónico y mantiene abiertas las puertas a la reconciliación, las versiones encontradas reflejan la compleja dinámica familiar que los acompaña desde años atrás, justo en un momento donde la salud del patriarca vuelve urgente cualquier intento de acercamiento.