Sarah Jessica Parker abrió su corazón al recordar su difícil relación con Robert Downey Jr. durante la década de los 80. La actriz, que entonces apenas iniciaba su carrera, conoció al joven actor en el rodaje de Firstborn, donde nació una conexión que, con el tiempo, se convertiría en una relación amorosa cargada de pasión, pero también de desequilibrio. Parker, de apenas 18 años, se encontró emocionalmente involucrada con un hombre que ya batallaba con adicciones profundas, y que, pese al cariño mutuo, arrastraba consigo un entorno complicado y dañino.

También te puede interesar: Justin Bieber desata rumores de crisis con Hailey

La diferencia de contextos entre ambos fue abismal. Mientras ella provenía de una familia numerosa y estaba acostumbrada al esfuerzo, Downey Jr. creció rodeado del caos y el consumo. Aunque había amor, la estabilidad era esquiva. Sarah Jessica Parker intentó, desde el inicio, sostener emocionalmente la relación, incluso sacrificando su bienestar para evitar que el actor se autodestruyera. “Le había dado estabilidad”, dijo, al tiempo que admitía sentirse despreciada por el entorno de su entonces pareja, lo que generaba una mezcla de vergüenza, frustración y enojo.

También te puede interesar: Katy Perry y Orlando Bloom, ¿fin a su historia de amor?

A lo largo de los siete años que duró la relación, Parker se convirtió en el refugio emocional de Downey Jr., manteniéndose firme pese a la presión y el desgaste que implicaba convivir con alguien atrapado en sus adicciones. La ruptura, en 1991, fue inevitable y necesaria. Cada uno siguió su camino: él, enfrentando una larga lucha hasta lograr rehabilitarse más de una década después; ella, consolidándose como una de las actrices más reconocidas de la televisión. Aunque sus caminos se separaron, el vínculo dejó huellas profundas y un testimonio de resiliencia en medio del dolor.