El cantante Robbie Williams confesó que comenzó el 2025 atravesando una etapa crítica tanto en su salud mental como física. En entrevista con The Mirror, reveló que, tras una década de estabilidad, volvió a experimentar depresión, ansiedad y tristeza profunda, síntomas que no sentía desde los años noventa.

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El exintegrante de Take That explicó que la enfermedad de sus familiares cercanos fue un factor que agravó su estado emocional. Su padre fue diagnosticado con demencia, su madre con párkinson y su suegra con cáncer cervical. Mientras lidiaba con estos desafíos, comenzó también a prepararse para su gira europea, que arranca el 31 de mayo en Edimburgo.

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En medio de esta crisis, Williams dejó de alimentarse adecuadamente y fue diagnosticado con escorbuto, una enfermedad ligada al siglo XVII y común entre marineros por la falta de nutrientes. El músico explicó que había empezado a consumir un supresor del apetito, similar al Ozempic, lo cual afectó seriamente su salud. A esto se sumó su dismorfia corporal, que distorsionaba su percepción del cuerpo: interpretaba estar “demasiado delgado” como una señal de éxito físico. Aun así, destacó que su esposa Ayda Field y sus hijos han sido clave para mantenerse en pie y continuar avanzando.