El futuro de Superman en el cine está en peligro debido a una disputa legal entre DC Comics, Warner Bros. Discovery y los herederos de Joe Shuster, uno de los creadores del personaje. La demanda, basada en los llamados “Derechos de Reversión Británicos”, podría afectar los planes de la nueva película dirigida por James Gunn, programada para su estreno en julio de 2025. Los herederos de Shuster alegan que los derechos de autor del personaje deberían haber regresado a ellos en 2021, 25 años después de su fallecimiento, según la legislación del Reino Unido y otros países.

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La demanda no solo busca una compensación económica por las ganancias generadas por películas recientes de Superman, sino también una orden judicial que detenga cualquier proyecto futuro hasta que se resuelva el caso. Este conflicto se remonta a décadas atrás, cuando en 1938 Shuster y Jerry Siegel vendieron los derechos de Superman a DC Comics por una suma simbólica. A lo largo de los años, ambos creadores intentaron recuperar esos derechos, pero solo lograron algunos acuerdos, como un estipendio anual y el reconocimiento en las obras de Superman.

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Ahora, con los Derechos de Reversión Británicos en juego, la familia de Shuster busca una nueva oportunidad para reclamar los derechos. Si los tribunales fallan a su favor, la próxima película de Superman podría enfrentarse a restricciones en países como el Reino Unido, Canadá y Australia, afectando la distribución del filme. Aunque los herederos también buscan participación en las ganancias de las películas previas, como Black Adam, el resultado de este largo conflicto podría cambiar el rumbo de la industria del entretenimiento y los derechos de autor en todo el mundo.