La empresa dueña de los Looney Tunes, Warner Bros., ha decidido demoler el Edificio 131, ubicado en sus estudios de Burbank, California. Este emblemático espacio fue durante décadas el hogar de la animación de personajes como Bugs Bunny, el Pato Lucas y el Correcaminos, marcando un legado en la industria del entretenimiento.

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Este lugar no solo albergó la producción de inolvidables cortometrajes, sino que también vio pasar a legendarios animadores como Chuck Jones, Friz Freleng y Tex Avery, quienes revolucionaron el género con su creatividad. Sin embargo, la compañía ha justificado la demolición como parte de una reestructuración para crear más espacio de producción en sus terrenos.

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El anuncio ha causado indignación entre fanáticos y trabajadores de la industria, quienes han manifestado su rechazo al considerar el edificio un patrimonio de la animación. Aunque Warner Bros. asegura que el legado de los Looney Tunes seguirá vivo a través de la conservación de sus archivos, muchos ven esta decisión como la pérdida de un espacio histórico en la cultura pop.