El dúo formado por los diseñadores Jakob Dannenfeldt y Sina Gwosdzik vuelve a dar rienda suelta a su imaginación y esta vez muestran su diseño de una cocina rosa, recreando y homenajeando las películas de Wes Anderson. Es una cocina que han diseñado para un departamento en Berlín, la cual parece salida de The Grand Budapest Hotel.


Después del confinamiento que se tuvo en el 2020 a raíz de la pandemia, muchos creyeron en la necesidad de renovar los espacios que ya eran aburridos y convertirlos en lugares con más dinamismo a la hora de compartir momentos con la familia y con los amigos. La idea principal de los diseñadores en este caso fue de trasformar la cocina y convertirla en un lugar de escape, en donde se transformarán las personas al entrar, así como sus emociones, donde los invitará a disfrutar con todos sus sentidos. Escogieron los colores rosa «millennial» y azul “bebé”, los cuales según los expertos le dan un carácter más juvenil.



Como accesorios, seleccionan unas lámparas en color negro de la diseñadora Pani Jurek, mismas que fueron creadas artesanalmente en cerámica y que le dan ese toque abstracto a la estancia.

Incorporaron en los muebles texturas y materiales como la madera lacada en el mismo tono de las paredes, en la encimera incorporaron el plástico reciclado y el suelo pulido es de linóleo en gris.



El armario es diseñado en forma geométrica, en donde se esconden todo tipo de aparatos electrónicos y lo unieron a la zona de comedor con un banco de terciopelo violeta y una mesa monocolor que se enlaza perfectamente con los gabinetes.





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