La mala madre, una planta resistente y decorativa para tu hogar
La mala madre es una planta de interior muy popular por su fácil cuidado y su aspecto decorativo. Su nombre científico es Chlorophytum comosum y pertenece a la familia de las liliáceas. Se caracteriza por tener hojas alargadas y rayadas de color verde y blanco que salen de un tallo central. De este tallo también brotan unos vástagos con pequeñas flores blancas y nuevas plantas que se pueden separar y plantar en otra maceta, de ahí el nombre de mala madre.


La mala madre es una planta que tolera bien la falta de luz, aunque prefiere una iluminación indirecta y moderada. No necesita mucho riego, solo hay que mantener el sustrato ligeramente húmedo y evitar el encharcamiento. Se recomienda abonarla cada 15 días en primavera y verano con un fertilizante para plantas verdes. También se debe podar las hojas secas o dañadas y los vástagos que se alargan demasiado.


La mala madre es una planta que puede colgar de macetas o cestas y que crea un ambiente fresco y natural en el hogar. Además, tiene propiedades purificadoras del aire, ya que elimina sustancias tóxicas como el formaldehído o el benceno. Es una planta ideal para principiantes o para quienes no tienen mucho tiempo para dedicarle a sus plantas.