Los chilaquiles son de los desayunos mexicanos más icónicos. Se preparan a base de trocitos de tortillas de maíz fritos (o tostados) o de totopos, y se bañan en salsa de chile verde o roja.
Pueden llevar huevos, pechuga de pollo deshebrada, chorizo y hasta un buen trozo de cecina u otros tipos de carnes.
Los chilaquiles son mi desayuno mexicano favorito y siempre los prefiero rojos (con salsa roja) y con dos huevos estrellados. Lo que me encanta es la mezcla de texturas y de sabores: lo crocante de los totopos y de las cebollas en aro que se sirven como guarnición se amalgama con la suavidad de la salsa, de la crema y de los huevos.
Ingredientes
Para 4 personas
3 jitomates guaje
6 chiles guajillo limpios, semillas o venas
2 dientes de ajo
1/4 de cebolla
1 cucharada de aceite
2 ramas de epazote
Sal al gusto
Para los chilaquiles:
4 huevos
150 ml de aceite
400 g de totopos para chilaquiles
200 ml de crema ácida
250 g de queso fresco desmoronado
1/2 cebolla fileteada
2 tazas de frijoles negros refritos
Cómo hacer Chilaquiles rojos
Para elaborar la salsa de chile guajillo:
Hierve los jitomates en agua durante 3 minutos.
Añade los chiles guajillo y déjalos hervir por 2 minutos más.
Retira del fuego los ingredientes y déjalos reposar hasta que se enfríen.
Licúa los jitomates y los chiles con el agua donde hirvieron, junto con los ajos y la cebolla hasta obtener una salsa tersa.
Cuélala y resérvela. Pon sobre el fuego una cacerola con el aceite; cuando esté caliente, añade la salsa, las ramas de epazote y la sal.
Deja que hierva durante 5 minutos. Reserva.
Para preparar los chilaquiles rojos:
Coloca sobre el fuego una sartén con aceite. Cuando esté caliente, prepare en él cuatro huevos estrellados, de uno en uno. Resérvalos. (Si prefieres puedes usar huevo revuelto o consumirlos sin proteína).
Distribuye en platos los totopos y báñalos con la salsa caliente.
Agrégales crema, queso y cebolla. Pon en cada plato un huevo frito, sobre los chilaquiles y si lo deseas acompáñalos con frijoles