Los beignets, son una clase de pastelitos calientes que son crujientes por fuera y esponjosos por dentro, son una especie de buñuelos fritos que se pueden acompañar con azúcar glas o miel.

Este delicioso bocado tiene su origen en Europa, se cree que la receta más antigua es la que se elaboraba en Roma, en donde se denominaba “scriblita”.

Es alrededor del siglo XIII que se introdujo la receta en el sur de Francia a través de los musulmanes que habitaban en ese entonces España. Desde ese momento es uno de los postres típicos dentro de la gastronomía francesa. Para el siglo XVIII, los colonos franceses llevaron estos buñuelos al nuevo continente, específicamente a Nueva Orleans, en donde se dice que en la actualidad es el lugar por excelencia para irlos a probar.

A continuación, te daremos el paso a paso de esta receta tradicional. La masa no es demasiado dulce, ya que por lo general, después de sacarlos del aceite, lo que se hace es espolvorearlos por fuera con azúcar glas.

Ingredientes:

• 525 gr de harina
• 6 gr de levadura seca activa
• ¾ agua
• 5 gr de azúcar
• ½ taza de leche entera
• 2 huevos
• 60 gr de azúcar
• 1 cdita de sal
• 3 cdas de mantequilla sin sal y derretida
• Aceite para freír
• Miel (*opcional)
• Azúcar glas para decorar

Preparación:

1. En un recipiente colocaremos el agua tibia, agregamos el azúcar y la levadura, revolvemos los ingredientes para que se integren bien. Deja reposar por 8 minutos para que la levadura se active.
2. Pasado los minutos, agrega los huevos batidos, la leche, el azúcar restante, la mantequilla derretida y mezcla de nuevo.
3. En otro recipiente más grande coloca los ingredientes secos: la harina tamizada y la sal, revolvemos todo perfectamente. Después agregar con cuidado la mezcla liquida de levadura y demás ingredientes.
4. Amasa manualmente o en batidora (utiliza el accesorio de gancho y que sea a velocidad baja) por unos 8 minutos. La consistencia quedara un poco húmeda. Viértela en un tazón previamente engraso y tápalo con un paño seco. Déjala reposar por 2 horas o hasta que veas que haya doblado su volumen.
5. Duplicado el volumen, dale un golpe ligero para liberar el aire, después trabajarla sobre la mesa. Extiéndela con un rodillo para dejar con un grosor aproximadamente de un dedo y cortarla en rectángulos de tamaño similar. Espolvoréalos por arriba con un poco de harina y déjalos reposar unos minutos en una charola.
6. Este es el momento de calentar una sartén con el aceite. Este debe de estar bien caliente para empezar a freír por ambos lados los buñuelos. Procura hacerlo de poco en poco.
7. Colócalos sobre servilletas para que puedan absorber el exceso de grasa y espolvorea con una generosa capa de azúcar glas o miel.


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