El cerezo de flor es una magnífica elección para casi cualquier espacio. Es en los meses de marzo y abril cuando este árbol muestra su espectáculo de color en sus ramas. Además de su increíble belleza incluso sin flores, hablamos de un árbol sumamente resistente.

Quizás por todos estos motivos, el cerezo de flor es uno de los árboles que ha conquistado el mundo. No solo se da en Japón, también es uno de los árboles más populares en Estados Unidos y Europa.

1. Suelo

Es un árbol poco exigente. Puede vivir en un sustrato neutro o alcalino sin ningún problema, quizá como mayor requisito es que sea una tierra arenosa, que le pueda ayudar a tener un buen drenaje, de lo contrario no prosperara e incluso puede enfermar de hongos por el exceso de humedad en sus raíces.

Otro aspecto a considerar es que, el cerezo de flor suele alcanzar una altura de entre cinco y seis metros. Así que piensa perfectamente su ubicación antes de la plantación.

2. Iluminación

El cerezo de flor requiere de mucha luminosidad, ya que es fundamental si es que lo queremos ver florecer sin parar. Necesitas plantarlo en un lugar donde reciba suficientes horas de luz solar.

A pesar de esta principal necesidad, el cerezo de flor puede soportar de bajas temperaturas. La única consecuencia de tener heladas tardías de primavera, es que su floración será menos intensidad.

3. Riego

No tiene una gran demanda de agua. Aguanta mejor la sequía que el exceso de agua.

4. Poda

Llegar a podar estos árboles es el error clásico en el cultivo del cerezo de flor. Si cortamos ramas gruesas, estaremos procurando la entrada de hongos en la planta. Es por eso que debes de evitar cualquier tipo de corte, si por alguna razón tienes que hacerlo, procura tener una pasta cicatrizante.

Las únicas ramas que debemos podar son aquellas que entorpezcan, que estén retorcidas o hayan enfermado.

5. Vigila las plagas en verano

Este cuidado en particular será el que nos demandará más trabajo de observación. En el caso del cerezo de flor, se tiene que cuidar y controlar de cerca el pulgón. En cuanto empiecen a subir la temperatura, será necesario estar más al pendiente de nuestro árbol.

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