Información por Jeanette Trillo

Lamentablemente y a pesar de que la sociedad ha ido cambiando y ha avanzado en cuestión del respeto y la tolerancia, aún nos encontramos muy lejos de lograr que el mundo propicie las condiciones adecuadas para una buena salud mental de las personas que pertenecen a la comunidad LGBT+.

La utilización de palabras despectivas para describir a este grupo, la enseñanza de intolerancia sigue truncando la evolución de la sociedad y por supuesto, estas afectan gravemente la salud mental de las personas LGBT+ sobre todo de los más jóvenes.

Un estudio estadístico reveló que los jóvenes LGBT+mostraron un riesgo significativamente mayor de uso de sustancias en comparación con los jóvenes que no pertenecen a la comunidad.

De estos jóvenes, aproximadamente el 25.7% reportaron haber consumido tabaco en su vida, en comparación con el 8.6% que reportaron los jóvenes no LGBT+.

Este grupo también mostró un inicio temprano de de consumo de alcohol y en una cantidad más alta, además de esto, el 33.1% de los jóvenes transgénero dijeron haber consumido marihuana en comparación con el 20.7% de los jóvenes no transgénero.

La salud mental de nuestros jóvenes no es solo responsabilidad de ellos mismos y sus padres, si no también de todos nosotros como sociedad, si no podemos crear un ambiente respetuoso, tolerante y equitativo entonces ¿cómo esperamos lograr avances en la sociedad?