Tener un animal de compañía es una gran alegría, pero también implica una responsabilidad ambiental. Incorporar en tu rutina las 3 Rs —Reducir, Reutilizar y Reciclar— puede ayudarte a minimizar el impacto ecológico de tus decisiones diarias. Desde elegir productos sostenibles hasta aprovechar objetos que ya tienes en casa, todo suma cuando se trata de vivir de forma más consciente junto a tu mejor amigo peludo.

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Aplicar la primera R, reducir, significa evitar compras innecesarias y optar por productos duraderos. En vez de acumular juguetes baratos que se rompen rápido, elige artículos resistentes como los de caucho natural o rellenos reutilizables. Para la alimentación, prefiere marcas que ofrezcan envases biodegradables o vende comida a granel. Incluso las rutinas pueden optimizarse: reemplaza las toallitas desechables por paños lavables y cambia las arenas tradicionales por opciones biodegradables.

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La segunda R, reutilizar, se basa en dar una nueva vida a lo que ya tienes. Cajas de cartón pueden transformarse en escondites para gatos, los sacos de pienso sirven como bolsas de almacenamiento y los juguetes viejos se pueden reparar. Por último, reciclar es esencial: envases de comida, latas y plásticos pueden separarse adecuadamente; además, existen bolsas para heces biodegradables que se descomponen sin contaminar. Con pequeñas acciones cotidianas, es posible cuidar del planeta sin dejar de consentir a tu mascota.