Los gatos son sensibles a los cambios en su entorno, y las variaciones de estación pueden influir en su comportamiento, salud y bienestar. Factores como la temperatura, la luz solar y la humedad afectan su ritmo biológico, provocando alteraciones en su nivel de actividad y en la muda de su pelaje. Durante el invierno, es común que busquen calor y descansen más, mientras que en primavera y verano suelen estar más activos debido al aumento de horas de luz.

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Para ayudar a tu gato a adaptarse a cada estación, es importante hacer algunos ajustes. En primavera, el cepillado regular es clave para controlar la muda, y en verano, se debe proporcionar agua fresca y espacios ventilados para evitar golpes de calor. En otoño, algunos gatos aumentan su consumo de alimento en preparación para el frío, por lo que conviene vigilar su dieta. Durante el invierno, asegurarse de que tenga mantas y zonas cálidas le permitirá mantenerse cómodo.

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El bienestar de tu gato depende de una rutina estable y cuidados específicos en cada época del año. Mantener una alimentación equilibrada, fomentar el ejercicio y estar atento a signos de incomodidad garantizará su salud y felicidad. Con pequeños cambios en su entorno y hábitos, puedes asegurarte de que disfrute cada estación sin inconvenientes.