Cada perro desarrolla preferencias dentro del hogar, eligiendo ciertos lugares según el momento del día. Brindarle un espacio adecuado no solo mejora su bienestar, sino que también contribuye a su educación y adaptación a la vida familiar. Contar con un área propia le proporciona seguridad y tranquilidad, permitiéndole diferenciar entre descanso y actividad.

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Es recomendable que estos espacios sean tranquilos, pero sin estar completamente aislados, ya que los perros necesitan compañía. Además, deben ser cómodos, con superficies que eviten la humedad y los cambios extremos de temperatura. Un área de entretenimiento también es clave, especialmente para los cachorros, quienes requieren un parque seguro donde jugar sin riesgos.

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Definir distintas zonas en casa ayuda a que el perro se adapte mejor a la convivencia. El área de descanso debe estar cerca de sus dueños, idealmente con un colchón viscoelástico, que garantice comodidad y cuide sus articulaciones. Evitar moquetas o alfombras reducirá la acumulación de ácaros y malos olores. Proporcionar un lugar específico y bien acondicionado refuerza la estabilidad y felicidad de tu mascota.