La Navidad trae consigo un hogar lleno de adornos, y el árbol navideño es el centro de atención. Aunque su decoración, con luces y figuras, crea un ambiente acogedor, también se convierte en un imán para los gatos, quienes ven en él un nuevo juguete. Esto puede llevar a accidentes y daños tanto para el árbol como para tu felino.

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Para evitarlo, elige un lugar estratégico para el árbol, preferiblemente lejos de muebles que puedan usarse como trampolín. Asegúralo firmemente con cables o una base pesada para evitar que lo derriben. Además, reduce su atractivo utilizando un repelente en las ramas y opta por decoraciones poco llamativas y resistentes, como adornos de madera y luces fijas.

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Ofrecer alternativas seguras, como juguetes interactivos o rascadores, ayudará a desviar su atención. Organiza sesiones de juego diarias para mantenerlo entretenido. Finalmente, recuerda que, aunque los gatos jóvenes suelen ser los más curiosos, algunos mantienen este interés por años, por lo que no debes descuidar estas precauciones. Proteger a tu árbol y a tu mascota hará de las fiestas una experiencia segura y tranquila.