Cuando una perra entra en celo, requiere cuidados especiales para garantizar su bienestar físico y emocional. Este periodo, que se presenta aproximadamente cada seis meses en perras no esterilizadas, puede ser un desafío tanto para el animal como para sus dueños. Aquí te ofrecemos una guía práctica para manejar esta etapa de la mejor manera posible.

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1. Identificación del ciclo

El ciclo de celo en una perra consta de cuatro fases: proestro, estro, diestro y anestro. El proestro es la fase inicial, caracterizada por un aumento del flujo sanguíneo y la hinchazón de la vulva, y puede durar de 7 a 10 días. Durante el estro, que también puede durar de 7 a 10 días, la perra es receptiva a los machos y puede quedar preñada. El diestro es una fase de descanso reproductivo y puede durar de 60 a 90 días, y finalmente, el anestro es un período de inactividad sexual hasta el siguiente ciclo.

2. Manejo del sangrado

Durante el proestro y el estro, tu perra puede presentar sangrado. Es importante mantener la higiene en el hogar, utilizando pañales para perros o colocando toallas desechables en sus áreas de descanso. Limpia la vulva de tu perra con toallitas húmedas para bebés para evitar infecciones y asegúrate de que su cama esté limpia y seca.

3. Control de los machos

Una perra en celo atraerá a los machos de la zona. Durante este periodo, es crucial vigilarla de cerca y limitar su tiempo al aire libre sin supervisión. Evita los paseos sin correa y considera utilizar áreas seguras y cercadas. Si tienes machos en casa, lo mejor es mantenerlos separados para prevenir peleas y evitar un embarazo no deseado.

4. Atención emocional

Las perras en celo pueden mostrar cambios en su comportamiento, como ansiedad, irritabilidad o mayor afecto. Proporciona un ambiente tranquilo y seguro, y dedica tiempo extra para jugar y mimar a tu mascota. Esto ayudará a reducir su estrés y hará que se sienta más cómoda durante este periodo.

5. Nutrición adecuada

Durante el celo, asegúrate de que tu perra mantenga una dieta equilibrada y tenga acceso constante a agua fresca. Algunas perras pueden perder el apetito durante este tiempo, así que ofrecer comidas más pequeñas y frecuentes puede ser útil.

6. Evitar el apareamiento no deseado

Si no planeas criar a tu perra, es importante tomar medidas para evitar el apareamiento no deseado. Además de la supervisión constante y el control de los machos, considera hablar con tu veterinario sobre la opción de esterilización, que previene futuros celos y reduce el riesgo de ciertas enfermedades reproductivas.

7. Atención veterinaria

Mantén contacto con tu veterinario durante el celo de tu perra. Si notas signos de malestar extremo, cambios inusuales en el sangrado, o cualquier comportamiento anormal, no dudes en buscar consejo profesional. El veterinario puede proporcionar orientación específica y, si es necesario, realizar exámenes para asegurar que todo está en orden.

8. Educación y paciencia

Infórmate sobre el ciclo de celo y prepárate para gestionar sus distintas fases con paciencia. Cada perra es única y puede experimentar el celo de manera diferente, por lo que es esencial adaptar los cuidados a sus necesidades individuales.

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Cuidar de una perra en celo requiere atención y dedicación, pero con los cuidados adecuados, puedes ayudar a tu mascota a atravesar este periodo de manera saludable y segura. Recuerda que tu veterinario es un recurso valioso para cualquier pregunta o preocupación que puedas tener.

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