Muchos perros disfrutan de su comida y comen con entusiasmo, pero hay otros que pueden ser más exigentes. Si tu perro es uno de ellos, aquí tienes ocho consejos prácticos para ayudarle a mejorar su apetito.

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Primero, es crucial establecer una rutina en la alimentación. Los perros son criaturas de hábitos y tener horarios regulares para las comidas puede marcar la diferencia. Sirve la comida en un plato durante 15 a 30 minutos y, si no la tocan, retíralo. Esto les enseñará que hay un tiempo limitado para comer, lo que puede hacer que se interesen más en la comida. Además, crea un entorno tranquilo para las comidas. Un lugar sin distracciones o estrés ayudará a que tu perro se sienta más relajado y dispuesto a comer.

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Es importante también evitar dar atención extra cuando tu perro no come. A veces, el exceso de mimos puede reforzar el comportamiento quisquilloso. Intenta hacer la comida más irresistible añadiendo un poco de agua tibia o calentando la comida enlatada para liberar un aroma más atractivo. Además, limita las golosinas y evita dar sobras de la mesa, ya que esto puede hacer que tu perro pierda interés en su comida regular. Si has cambiado su alimentación recientemente, hazlo de forma gradual para evitar problemas digestivos. Si después de probar estos consejos tu perro sigue sin comer, es recomendable consultar al veterinario para descartar problemas de salud.