Cada año en México se generan 696 toneladas de desechos orgánicos de mascotas, un problema que pocos consideran pero que tiene un gran impacto ambiental. Muchas personas usan bolsas de plástico para desecharlos, sin saber que existen opciones más sostenibles.

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Una alternativa es convertir los desechos en composta, lo que ayuda a mantener la tierra fértil y reduce el uso de plásticos. Sin embargo, los excrementos de perros y gatos no se descomponen fácilmente, ya que contienen bacterias y parásitos que pueden atraer enfermedades y fauna nociva.

Para un manejo más seguro, se recomienda el uso de baños especiales diseñados para la descomposición adecuada de estos residuos. Además, es fundamental que cada dueño se haga responsable de limpiar lo que su mascota ensucia, evitando así la propagación de enfermedades.

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El manejo adecuado de los desechos de mascotas es clave para reducir la contaminación y promover prácticas más responsables con el medio ambiente. ¡Tu mascota y el planeta te lo agradecerán!