Las patas de los perros son esenciales para su día a día y, aunque a menudo las pasemos por alto, cumplen funciones vitales. A diferencia de nuestros pies, sus almohadillas están preparadas para recorrer todo tipo de terrenos, desde asfalto caliente hasta nieve. Esta resistencia natural demuestra la increíble adaptación de su cuerpo y nos recuerda la importancia de cuidarlas para mantener su bienestar.

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Además de permitir el movimiento, las patas caninas reflejan el estado de salud de tu mascota. Mal olor, uñas demasiado largas o exceso de pelo entre las almohadillas pueden ser señales de alerta que requieren atención veterinaria. Estos detalles no solo previenen lesiones, sino que también ayudan a evitar problemas como infecciones o dolor al caminar.

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Formadas por músculos, tendones, ligamentos y tejido adiposo, las patas de un perro son estructuras complejas que les brindan equilibrio, protección y control de temperatura. Revisarlas con frecuencia, mantenerlas limpias y cortar sus uñas con la técnica adecuada es fundamental para evitar grietas, quemaduras o heridas que puedan afectar su calidad de vida.