Las uñas de los gatos son herramientas esenciales para su supervivencia e instinto natural. Les permiten trepar, cazar y defenderse, además de servir como medio para marcar territorio. Cuando afilan sus uñas, no solo mantienen su forma, sino que también liberan feromonas que los ayudan a comunicarse con su entorno. Sin embargo, este comportamiento puede ocasionar daños en los muebles del hogar, lo que lleva a muchos dueños a preguntarse si deberían cortarles las uñas.

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La uña del gato está formada por una parte externa queratinizada y una pulpa interna que contiene nervios y vasos sanguíneos. Como sus uñas son retráctiles, no se desgastan con el suelo como sucede con los perros. Por eso, los gatos necesitan desgastarlas activamente. En gatos domésticos, un buen rascador puede ser suficiente. Sin embargo, si el gato no lo usa adecuadamente o sus uñas crecen demasiado, es recomendable recortarlas con precaución.

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Si decide cortar las uñas de su gato, hágalo en un ambiente tranquilo y con un cortaúñas adecuado. Apriete suavemente la pata para que la uña se extienda, y corte solo la parte transparente, evitando la pulpa para no causar dolor ni sangrado. Es preferible que esta práctica se introduzca desde una edad temprana. Si tiene dudas o inseguridad, consulte a su veterinario, quien puede enseñarle el procedimiento o hacerlo por usted. Mantener las uñas de su gato en buen estado es parte fundamental de su bienestar y salud.