El instinto detrás de los “regalos” que tu gato deja en casa
Si tu gato tiene acceso al exterior, es posible que alguna vez te haya sorprendido con ratones, aves u otros animales muertos como “obsequio”. Aunque para muchos dueños este gesto resulte desagradable o confuso, en realidad forma parte de su instinto natural. Desde tiempos ancestrales, las gatas enseñaban a sus crías a cazar y alimentarse, y aunque hoy la mayoría de los felinos domésticos tienen comida garantizada, el impulso de acechar y atrapar presas sigue intacto.
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Contrario a la creencia popular, no siempre se trata de una muestra de afecto. Muchos gatos simplemente llevan su presa a casa porque la consideran su territorio más seguro, donde pueden comer o guardar el botín. Aunque es imposible eliminar por completo esta conducta en un felino con libre acceso al exterior, sí existen métodos para reducir las cacerías, como colocar cascabeles en su collar, restringir sus salidas en horas de mayor actividad de presas o evitar zonas de atracción para aves.

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Otra opción es canalizar su energía con juegos que simulen la caza, ofrecerle entornos enriquecidos con rascadores, miradores y escondites, o incluso construir un “patio para gatos” cerrado que le permita disfrutar del aire libre sin poner en riesgo la fauna. Además, es vital mantenerlo protegido con tratamientos antiparasitarios, ya que la caza expone a tu mascota a pulgas y gusanos. En definitiva, estos “regalos” no son más que la manifestación de un cazador que, aunque viva contigo, conserva su herencia felina más profunda.