El aullido es una forma de comunicación heredada de los lobos, los ancestros de los perros. Estos sonidos tienen distintos propósitos, desde alertar sobre un peligro hasta expresar alegría o llamar la atención. Aunque los perros han evolucionado como animales domésticos, conservan este comportamiento natural que les permite interactuar con su entorno y con sus dueños.

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Los perros pueden aullar por varias razones. Algunos lo hacen para marcar territorio, alertando sobre la presencia de extraños. Otros aúllan por celebración, especialmente cuando sus dueños regresan a casa tras un largo día. Sin embargo, el aullido también puede ser una señal de ansiedad, en especial si el perro se siente solo o experimenta miedo. La imitación es otra causa frecuente, ya que muchos perros responden a sirenas, música o incluso al sonido de otros perros aullando.

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Además, algunos perros aúllan para llamar la atención de sus dueños cuando desean jugar, salir a pasear o simplemente recibir cariño. Sin embargo, si el aullido es persistente y se acompaña de otros síntomas, podría ser una señal de dolor o molestias. Observar el tono y la frecuencia del aullido es clave para entender lo que el perro quiere comunicar y actuar en consecuencia.