La esterilización de perros es una decisión clave para garantizar la salud y el bienestar de tu mascota. Este procedimiento consiste en retirar los órganos reproductores, ya sea los testículos en los machos o los ovarios y, en ocasiones, el útero en las hembras. Aunque pueda parecer una cirugía compleja, es rutinaria y realizada bajo anestesia general, lo que asegura la comodidad del animal.

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En los machos, este proceso, conocido como castración, no suele presentar complicaciones, excepto cuando los testículos no descienden antes de los 12 meses de edad, lo que podría requerir una cirugía más profunda. En las hembras, la intervención es más invasiva, ya que se realiza a través de una incisión abdominal, pero sus beneficios son significativos: desde la prevención de cáncer mamario y uterino hasta la eliminación de embarazos no deseados.

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Por otro lado, la esterilización no solo beneficia la salud física de tu mascota, también su comportamiento. En los machos, disminuye la agresividad y evita conductas como las huidas o el marcaje excesivo. En las hembras, reduce las molestias asociadas al celo y los riesgos derivados de gestaciones imprevistas. Si decides no esterilizar, debes estar preparado para afrontar posibles inconvenientes como cambios hormonales, riesgos de enfermedades y conductas difíciles de manejar.

Habla con tu veterinario para resolver cualquier duda y asegúrate de que tu amigo peludo reciba el mejor cuidado. La esterilización es una inversión en su calidad de vida y en la tranquilidad de tu hogar.