Esterilizar a tu gato es una decisión clave que beneficia tanto su salud como su comportamiento. En las hembras, este procedimiento previene infecciones uterinas y cáncer de mama, que resulta mortal en el 90% de los casos. Realizarlo antes del primer celo es la mejor manera de protegerlas. En los machos, la castración evita problemas como el cáncer testicular y reduce la posibilidad de conductas agresivas o marcación territorial.

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Además, la esterilización disminuye la probabilidad de que tu gato macho quiera vagar fuera de casa, lo que reduce riesgos como accidentes o peleas con otros animales. Por otro lado, desmiente el mito de que este procedimiento provoca aumento de peso; mantenerlo activo y con una dieta equilibrada será suficiente para evitarlo.

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Finalmente, esterilizar a tu mascota es una forma de contribuir al control de la sobrepoblación animal, una problemática que lleva a millones de gatos y perros a la eutanasia o a una vida difícil en las calles. Es una decisión económica y responsable que mejora su calidad de vida y ayuda a la comunidad.