Gatos, aliados emocionales silenciosos
Los gatos pueden convertirse en valiosos animales de apoyo emocional (ESA, por sus siglas en inglés), al brindar compañía y consuelo a personas que enfrentan ansiedad, depresión u otros problemas relacionados con la salud mental. Aunque no cuentan con los mismos derechos legales que los animales de servicio, su presencia puede ser terapéutica para quienes los necesitan.
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Estudios han demostrado que convivir con un gato puede ayudar a reducir la presión arterial, aliviar el estrés y mejorar la calidad del sueño. Además, los ESA han sido relacionados con una disminución en los niveles de soledad, ansiedad y síntomas del trastorno por estrés postraumático (TEPT). Incluso quienes no tienen un gato pueden beneficiarse emocionalmente con solo ver videos de gatos en línea.
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Es importante distinguir entre un gato de apoyo emocional, un gato de terapia y un animal de servicio. Los primeros están protegidos por la Ley de Vivienda Justa de EE. UU., lo que permite que vivan con sus dueños pese a las restricciones de mascotas. Sin embargo, ya no tienen permiso para viajar en avión. Por otro lado, los gatos de terapia son entrenados para ayudar en hospitales o centros de salud, mientras que los animales de servicio, según la ley estadounidense, solo pueden ser perros entrenados para asistir a personas con discapacidad.
Si consideras que un gato puede ayudarte emocionalmente, es recomendable consultarlo con un profesional de salud mental que te oriente sobre las mejores opciones de acuerdo con tus necesidades.
