Gatos: independencia o mito felino
Durante años se ha creído que los gatos son animales independientes, que no necesitan de la compañía humana como los perros. Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania reveló que esta creencia no está del todo errada, aunque su independencia no significa falta de afecto. Los investigadores comprobaron que los felinos no ven a sus dueños como figuras de protección, sino como compañeros con los que deciden compartir su espacio por elección, no por necesidad.
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A diferencia de los perros, los gatos no suelen sufrir ansiedad por separación, ya que su naturaleza es más autónoma. Esto no implica desinterés, sino que su forma de demostrar cariño es distinta. En los experimentos del estudio, los gatos mantuvieron la calma tanto en presencia de sus dueños como de extraños, e incluso cuando estaban solos. Esta neutralidad demuestra que su apego no depende del entorno, sino de una seguridad interna propia de su especie.

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Los científicos analizaron a 30 gatos de distintas edades y sexos, observando su comportamiento en entornos desconocidos. Los resultados confirmaron que los felinos no necesitan sentirse protegidos, debido a su instinto cazador y su carácter autosuficiente. Esta independencia natural podría explicar por qué cada vez más personas eligen tener gatos como mascotas, especialmente en Europa, donde han ganado terreno frente a los perros. En definitiva, su encanto radica precisamente en esa libertad que los hace únicos e irresistibles.
