La celebración de Halloween puede ser muy divertida para las personas, pero representa un momento de estrés y riesgo para las mascotas. Los disfraces, ruidos, luces y dulces pueden alterar a perros y gatos o exponerlos a situaciones peligrosas. Para evitarlo, se recomienda crear un espacio tranquilo, con su cama, agua y juguetes, lejos del bullicio y las visitas. Además, es importante mantener puertas y ventanas cerradas para prevenir fugas y revisarlos constantemente para asegurarse de que estén cómodos y relajados.

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Uno de los mayores peligros en esta temporada son los dulces y chocolates, ya que pueden ser tóxicos para los animales, especialmente si contienen xilitol. Por ello, deben mantenerse fuera de su alcance y no ofrecerles restos de comida de fiesta. Si ingieren algo sospechoso, se debe acudir de inmediato al veterinario. En su lugar, se pueden ofrecer snacks especiales para perros o gatos, ideales para consentirlos sin ponerlos en riesgo.

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Las decoraciones, velas encendidas y disfraces incómodos también representan un peligro. Se recomienda optar por velas LED, mantener los cables alejados y evitar adornos pequeños o trajes que limiten el movimiento o la respiración de la mascota. Además, el ruido constante del timbre o las visitas puede causarles ansiedad, por lo que lo mejor es resguardarlos en un lugar silencioso y avisar a los invitados que no los molesten.

Con simples precauciones, podrás disfrutar de un Halloween divertido y seguro, garantizando el bienestar de tus mascotas y evitando cualquier susto innecesario.