El uso de bolsas recoge excrementos es una práctica fundamental para cualquier dueño de perro responsable. Más allá de mantener limpias las calles y parques, recoger los desechos de las mascotas evita la propagación de bacterias y parásitos que pueden afectar la salud de personas y otros animales. Además, contribuye a la conservación del medio ambiente, reduciendo la contaminación del suelo y del agua.

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Para quienes buscan una opción más ecológica, las bolsas biodegradables son una alternativa ideal. Fabricadas con materiales como el polímero PBAT y harina de maíz, estas bolsas se descomponen de manera natural en un tiempo reducido, minimizando el impacto ambiental. Algunas incluso incorporan un aroma a lavanda, haciendo que la tarea de recoger los desechos sea más agradable.

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Llevar siempre suficientes bolsas y utilizar un portabolsas facilita esta labor durante los paseos. Ser consciente de la limpieza en los espacios públicos no solo refleja respeto por la comunidad, sino que también refuerza el compromiso con un entorno más saludable. Incorporar este hábito en la rutina diaria es una muestra de responsabilidad y cuidado tanto por la mascota como por el planeta.