Lo que pasa en la mente de tu mascota mientras duerme
Los gatos y perros no solo disfrutan de largas siestas, también tienen complejos y curiosos patrones de sueño. Por ejemplo, los gatos pueden dormir hasta 18 horas al día, mientras que los perros duermen entre 10 y 12 horas. Factores como la edad, raza, tamaño y estado de salud influyen directamente en la cantidad de sueño que necesitan. Un cachorro o gatito, en pleno desarrollo, duerme mucho más que un animal adulto, y las razas grandes tienden a descansar más tiempo que las pequeñas.
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Además de su duración, la calidad del sueño en las mascotas puede verse afectada por trastornos similares a los de los humanos, como el insomnio o la apnea del sueño. Si tu mascota ronca excesivamente, tiene dificultades para dormir o se queda dormida de manera repentina, podría estar sufriendo de alguno de estos problemas. Los perros, al ser animales diurnos, se ven beneficiados por rutinas activas durante el día; en cambio, los gatos, que son crepusculares, suelen estar más despiertos al amanecer y anochecer. Adaptar su rutina puede ayudar a mejorar su descanso y el tuyo.
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¿Y los sueños? Sí, los animales también sueñan. Durante la fase REM, los movimientos de patas, suspiros o gruñidos que observamos son signos de que están experimentando un sueño activo. Es probable que revivan actividades recientes o interactúen en sus sueños con otros animales o personas. Aunque puede ser tentador despertarlos si parecen tener una pesadilla, lo mejor es dejarlos descansar y permitirles despertar de forma natural. Entender sus hábitos y respetar su espacio de descanso —ya sea en tu cama o en una zona propia— es esencial para su bienestar.
