Los perros y las rutinas: equilibrio clave para su bienestar
Los perros, como animales de hábitos, se benefician de seguir una rutina clara que les brinde seguridad y tranquilidad mental. Sin embargo, la vida cotidiana puede hacer difícil mantener horarios estrictos. Cambios de residencia, nuevas parejas, enfermedades o ajustes laborales pueden alterar las actividades que solemos compartir con nuestros perros. Por ello, más allá de seguir rutinas rígidas, es importante enseñarles a adaptarse con flexibilidad emocional.
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Mantener paseos regulares, horarios de alimentación y momentos de juego o entrenamiento es fundamental para su desarrollo físico y mental. Pero cuando no se puede cumplir con todo, el perro debe haber aprendido a gestionar la calma. Enseñar a nuestro perro a relajarse y tolerar la inactividad también es parte de su educación y contribuye a su equilibrio emocional.
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La clave está en establecer una base mínima de actividades diarias y considerar el resto como extras, sin generar frustraciones ni para el perro ni para el tutor. Así, en días complicados, ambos podrán adaptarse sin ansiedad ni culpa. No se trata de hacer menos, sino de entender que descansar también es parte del bienestar.