Las mascotas también pueden experimentar cambios de ánimo en los días lluviosos. Al igual que algunas personas que se sienten más decaídas con el clima gris, los perros pueden sufrir estrés y ansiedad, especialmente cuando hay truenos. Estas condiciones activan su sistema de defensa y pueden provocar señales claras de miedo, como temblores, gemidos o esconder la cola entre las patas. En estos casos, las caricias y el juego son herramientas clave para tranquilizarlos.

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Los gatos no están exentos de estos cambios emocionales. Aunque son animales más independientes, muchos reaccionan con una mezcla de curiosidad y temor ante la lluvia. Esta dualidad puede alterar su comportamiento habitual. Los expertos recomiendan mantenerlos en espacios cerrados donde se sientan seguros y evitar reforzar su ansiedad actuando de manera inusual o excesivamente preocupada.

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Además, es importante considerar que a los gatos les gusta explorar los techos o zonas altas, pero estos lugares representan un riesgo durante la lluvia. Para prevenir accidentes, lo más adecuado es mantenerlos dentro de casa durante estos días. Entender las señales de incomodidad en nuestras mascotas y crear un ambiente estable y seguro puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional.