La época decembrina suele ser sinónimo de alegría y convivencia, pero también trae múltiples riesgos para tu mascota. Entre las luces, adornos, plantas y ruidos, tu perro puede enfrentarse a situaciones que afecten su bienestar. Crear un ambiente navideño seguro implica anticipar estos peligros y adaptar tu hogar para que disfrute contigo sin exponerse a accidentes.

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Durante las fiestas, elementos comunes como el árbol de Navidad, los cables, las decoraciones frágiles y la comida típica pueden resultar muy tentadores para tu perro. Los árboles naturales pueden soltar agujas dañinas, los cables pueden parecer juguetes y ciertos alimentos —como chocolate, uvas o huesos pequeños— representan un riesgo serio. Tomar medidas simples, como fijar bien el árbol, evitar adornos comestibles y mantener a tu mascota supervisada, previene muchos sustos.

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Las reuniones familiares, los petardos y el aumento de visitas pueden provocar estrés en tu perro, ya que su rutina cambia y hay mayor ruido y movimiento. Para protegerlo, ofrécele un espacio seguro, respeta sus señales de incomodidad y supervisa siempre sus interacciones con niños y adultos. Mantener su rutina de ejercicio, darle tiempo exclusivo contigo y asegurarte de que tenga un ambiente tranquilo cuando lo necesite ayudará a que viva unas fiestas felices, seguras y sin sobresaltos.