En Navidad, el espíritu de generosidad nos lleva a buscar el regalo perfecto para nuestros seres queridos. Sin embargo, es vital recordar que las mascotas no son simples obsequios, sino seres vivos que requieren atención, amor y un compromiso a largo plazo. Elegir regalar una mascota debe ser una decisión responsable, no un impulso navideño.

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Regalar mascotas puede tener serias consecuencias. La euforia inicial de recibir un animal como regalo a menudo se transforma en desinterés, especialmente cuando los nuevos dueños no están preparados para la responsabilidad que conlleva su cuidado. Esto puede derivar en abandono o situaciones poco saludables, afectando la vida del animal y de las personas involucradas.

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Casi la mitad de los perros regalados durante las fiestas son abandonados. Para evitar este problema, reflexionemos antes de tomar decisiones impulsivas. Adopta conscientemente, fomenta la tenencia responsable y considera alternativas como regalos que promuevan el bienestar animal. De esta manera, podremos celebrar unas fiestas llenas de amor y respeto hacia todos los seres vivos.