Aunque parezca sorprendente, los perros y gatos también pueden desarrollar acné, especialmente cuando alcanzan la mediana edad. El Dr. Jason Pieper, dermatólogo veterinario del Hospital Veterinario Docente de la Universidad de Illinois, ha atendido múltiples casos en animales domésticos. Este problema ocurre cuando un folículo piloso se obstruye, lo que provoca la aparición de granos en zonas como el mentón, los labios o el hocico.

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Este tipo de acné no distingue entre razas ni sexos. A diferencia de los humanos, que tienden a desarrollarlo en la adolescencia, los animales lo padecen más adelante en su vida. El mentón es el sitio más común, donde las lesiones pueden variar desde puntos negros hasta pústulas inflamadas. Si el animal se rasca o frota la zona afectada, puede introducir bacterias y agravar la infección.

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El origen exacto del acné en mascotas aún se desconoce, aunque se cree que podría deberse a pequeños traumatismos en la piel, como el roce constante de la barbilla con el cuenco de agua. El diagnóstico generalmente se basa en la observación clínica, pero una biopsia puede confirmar si hay inflamación del folículo piloso. Para prevenirlo, se recomienda limpiar regularmente los cuencos y juguetes de la mascota, además de mantener seca la zona afectada. Ante cualquier signo de irritación o infección, es esencial acudir al veterinario.