Elegir entre un plato o un tazón para alimentar a tu gato puede parecer un detalle menor, pero tiene un impacto real en su bienestar. A diferencia de los perros, los gatos suelen ser más sensibles a su entorno mientras comen. Sus bigotes, altamente receptivos, les ayudan a medir espacios y percibir cambios; por eso, un tazón profundo puede generar molestias innecesarias. Muchos expertos coinciden en que un plato plano o poco profundo es la mejor opción para evitar el llamado “estrés de bigotes”.

También te puede interesar: Juegos para mascotas: Bienestar físico y mental

Además del tipo de recipiente, la posición en la que está colocado también influye. Aunque en la naturaleza los felinos comen en el suelo, al elevar ligeramente el plato a unas pocas pulgadas se facilita su acceso al alimento y se mejora la digestión. Usar un soporte o base estable puede hacer que comer sea una experiencia más cómoda y placentera para tu mascota.

También te puede interesar: Refuerza el sistema inmunológico de tu gato de forma natural

Si has notado que tu gato se muestra renuente a comer o deja desorden alrededor del plato, es posible que el problema no esté en el alimento, sino en cómo se lo ofreces. Hacer pequeños cambios, como cambiar el recipiente o elevarlo, puede marcar una gran diferencia. Prestar atención a estos detalles te ayudará a tener un gato más feliz y satisfecho.