El primer celo en una perrita suele aparecer entre los 6 y 9 meses de edad, aunque esto puede variar según la raza y el tamaño del animal. Esta etapa marca el inicio de la pubertad en las hembras y conlleva una serie de cambios hormonales, físicos y de comportamiento que es importante conocer para cuidarlas adecuadamente. Desde el sangrado hasta cambios de ánimo, este proceso puede durar entre 15 y 21 días, aunque la fase fértil se extiende solo por unos 5 a 9 días, momento en que tu perrita estará receptiva al macho.

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Durante este periodo, podrías notar que su vulva está inflamada, que orina con más frecuencia y que muestra comportamientos diferentes, como estar más cariñosa o más inquieta. También podría intentar escaparse o buscar la compañía de perros machos, lo que representa un riesgo de gestación no deseada si no se toman las precauciones adecuadas. Además, algunas perritas pueden perder el apetito, dormir más o incluso montar a otros perros, lo que puede confundirse con juego.

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El ciclo de celo se repite en promedio cada seis meses durante toda la vida de la perrita, a menos que sea esterilizada. Por eso, es fundamental tomar medidas como mantenerla con correa durante los paseos, usar calzones especiales para evitar manchas en casa, y cerrar bien puertas y ventanas. Si convives con perros machos, lo ideal es mantenerlos separados durante este periodo. Y si no planeas que tenga crías, lo mejor es consultar con el veterinario sobre la esterilización, sus beneficios y consideraciones.

El celo no tiene por qué ser una experiencia complicada. Con conocimiento, atención y los cuidados adecuados, tu perrita pasará esta etapa con tranquilidad. Siempre consulta a tu veterinario ante cualquier duda o cambio inusual; su orientación será clave para su salud y bienestar.