Cuando suben las temperaturas, los paseos con tu perro requieren mayores precauciones. El exceso de calor puede ser peligroso para su salud, ya que los perros son especialmente sensibles a los cambios térmicos. Evita salir entre las 12:00 y 18:00 horas, cuando el pavimento está muy caliente y el sol puede causar quemaduras o incluso un golpe de calor. Lo ideal es sacar a tu peludo temprano por la mañana o al atardecer, cuando el ambiente es más fresco y menos agresivo para sus patas y su sistema respiratorio.

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Además de evitar las horas más calurosas, es fundamental protegerlo de la exposición directa al sol. Los perros, sobre todo los de pelo corto o blanco, pueden sufrir quemaduras en zonas delicadas como orejas o nariz. Usa bloqueador solar especial para mascotas y elige rutas con sombra, ya sea de árboles o edificios. Caminar sobre pasto o tierra también ayuda a cuidar sus patas. Y si tu perro lo tolera, puedes probar con botines especiales para protegerlo aún más del calor del suelo.

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Por último, no olvides mantenerlo bien hidratado. Lleva siempre un bebedero portátil con agua fresca y ofrécesela con frecuencia. No lo dejes nunca solo en el auto, ya que la temperatura dentro del vehículo puede subir rápidamente, incluso con las ventanas abiertas. Esto podría causarle un golpe de calor, una condición grave que puede provocar jadeo excesivo, debilidad, vómitos y hasta ser fatal si no se trata a tiempo. Cuidar a tu perro en días calurosos no es complicado, pero requiere atención y responsabilidad para que ambos disfruten del verano de manera segura.