¿Pueden las mascotas comer miel?
La miel es conocida por sus propiedades medicinales y su valor como endulzante natural. Sin embargo, cuando se trata de nuestros animales de compañía, es importante preguntarse si este alimento es igualmente beneficioso o si podría representar algún riesgo. ¿Es seguro que perros y gatos consuman miel?
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En el caso de los perros, la miel puede aportar ciertos beneficios. Gracias a sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas, puede ayudar en el tratamiento de pequeñas heridas, alergias o irritación en la garganta. Además, puede ser una fuente de energía útil para perros activos o que cumplen labores especiales. Sin embargo, también existen riesgos: un consumo excesivo puede causar aumento de peso, problemas dentales, y no debe ofrecerse a cachorros menores de un año por el riesgo de botulismo. En perros diabéticos, su consumo está totalmente desaconsejado.
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En cuanto a los gatos, la situación es distinta. Su organismo no está diseñado para digerir bien el azúcar, y no perciben el sabor dulce, por lo que rara vez se sienten atraídos por la miel. Aunque no es tóxica, puede causar molestias digestivas, aumento de peso y daños dentales. Solo en situaciones puntuales —como irritación de garganta o para tratar heridas de forma externa— podría considerarse su uso. En general, no representa un aporte nutricional para los gatos, quienes necesitan una dieta rica en proteínas animales.
Ante cualquier duda, es clave consultar con un veterinario antes de introducir nuevos alimentos en la dieta de nuestras mascotas. La miel puede ser un premio ocasional y medido para algunos perros, pero no es una opción adecuada para todos los peluditos.