En 2025, múltiples países implementarán regulaciones que restringen o prohíben la tenencia de razas de perros consideradas potencialmente peligrosas. Estas medidas, motivadas por preocupaciones de seguridad pública, buscan prevenir incidentes y fomentar una tenencia responsable. Sin embargo, la decisión ha generado intensos debates entre defensores de la seguridad y quienes abogan por la educación canina como solución.

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Entre las normativas más destacadas, Irlanda prohibirá la cría y venta del bully XL, permitiendo su tenencia solo con un certificado especial. En el Reino Unido, la Ley de Perros Peligrosos se reforzará con más requisitos para ciertas razas, como el pitbull terrier y el dogo argentino. Otros países como Alemania, Francia y Australia mantendrán restricciones absolutas sobre la importación y convivencia con razas específicas, reflejando un enfoque preventivo hacia posibles riesgos.

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Mientras tanto, España y Colombia optan por regulaciones estrictas en lugar de prohibiciones totales. Estas incluyen licencias obligatorias, uso de bozales y seguros de responsabilidad civil. A pesar de las diferencias legislativas, el debate persiste: algunos destacan la necesidad de estas restricciones para proteger a las comunidades, mientras que otros argumentan que la solución radica en la educación y responsabilidad de los propietarios, más que en la discriminación por raza.