¿Tu gato ha estado decaído, enfermo con frecuencia o simplemente menos activo de lo habitual? Estos pueden ser signos de un sistema inmunológico debilitado. El sistema inmunológico felino es clave para protegerlo de infecciones, virus y bacterias. Cuando se ve afectado, el riesgo de enfermedades aumenta considerablemente. Por eso, entender cómo funciona y qué lo fortalece es esencial para preservar su bienestar.

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El sistema inmunológico actúa como una defensa integral que opera en todo el cuerpo de tu gato. Existen dos tipos de protección: la defensa no específica, innata y general, y la defensa específica, que se desarrolla con el tiempo. Para que este escudo funcione óptimamente, tu gato necesita una dieta equilibrada con suficientes vitaminas como A, C, D y E, que actúan como antioxidantes naturales. No obstante, no se deben administrar suplementos sin consultar al veterinario, ya que el exceso puede ser perjudicial.

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Además de una buena alimentación, el estilo de vida influye directamente en su inmunidad. El ejercicio regular fortalece el sistema cardiovascular y activa células defensivas. Eliminar factores de estrés, asegurar un descanso adecuado y ofrecer espacios seguros también refuerzan sus defensas. Por otro lado, existen remedios naturales como el propóleo, la equinácea y el berro de gato que, bajo supervisión veterinaria, pueden aportar beneficios sin recurrir a productos químicos. La clave está en mantener una rutina sana, variada y adaptada a las necesidades particulares de tu gato.