¿Tu perro no quiere pasear? Descubre por qué y cómo ayudarlo
Los paseos son esenciales para la salud física y emocional de los perros, pero en algunos casos, puede que tu mascota se niegue a salir. Si tu perro se queda quieto al ver la correa o muestra rechazo al intentar salir, es importante saber que no lo hace por capricho. Detrás de ese comportamiento puede haber miedo, incomodidad o alguna experiencia negativa que le ha dejado una huella. Identificar la causa es el primer paso para ayudarlo.
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Uno de los motivos más comunes es el miedo a ruidos fuertes, como petardos, tormentas o tráfico. También puede tratarse de experiencias traumáticas previas, molestias con el arnés o collar, o incluso problemas de salud como dolor en las patas, fatiga o enfermedades articulares. Algunos perros, sobre todo los que han sido rescatados o no están bien socializados, simplemente no están acostumbrados a salir, y necesitan tiempo y paciencia para adaptarse a ese entorno.
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Para fomentar que tu perro vuelva a disfrutar de sus paseos, evita obligarlo o arrastrarlo. Mejor comienza con refuerzo positivo: prémialo por cada pequeño avance, como acercarse a la puerta o aceptar la correa. Revisa el equipo de paseo que usas y asegúrate de que sea cómodo. Comienza con recorridos cortos en lugares tranquilos, y convierte cada paseo en una experiencia positiva, con juegos, premios o caricias. Si el problema persiste, considera acudir a un educador canino profesional. Con paciencia y constancia, tu perro volverá a disfrutar de caminar a tu lado.