En la actualidad, los arquitectos e ingenieros están tomando en cuenta el impacto ambiental de cada uno de sus proyectos durante y después de la construcción, buscan la manera de crear construcciones que mitiguen la huella ecológica de sus usuarios.
Reducir la huella hídrica que se utiliza en los jardines, el optar por sistemas de captación de agua, saber manejar los residuos de una manera integral, así como, procurar el ahorro de energía, estos son temas que no pueden quedar atrás en cada nuevo proyecto de vivienda presente y futura. Si estás pensando en ahorrar energía, será necesario conocer acerca de los paneles solares, ya que son sistemas que nos permite la reducción del consumo habitual de energía y darnos la posibilidad de cuidar el medio ambiente.
I. Función de los paneles solares
Su funcionamiento está basado en las llamadas celdas solares, estas son placas compuestas de silicio o arseniuro de galio que reciben la luz y calor del sol, el cual, lo conducen por su área, de tal manera que lo transforma en energía eléctrica.
Estas celdas contienen también una batería que, como todas, cuentan con un polo negativo y uno positivo, al ser expuesta al sol, los fotones que chocan, moverán los electrones donde hay carga negativa hacia la parte positiva, en donde se necesitan. Ese movimiento que se hace, es lo que produce la energía eléctrica.
En el mercado existen tres tipos de paneles solares:
• Los monocristalinos: son los más eficientes, aunque también los más costosos, sin embargo, los más ecofriendly.
• Los de capa fina: suelen ser los más baratos, pero se requiere de más poder para producir energía suficiente para el hogar, otra desventaja es que sufren más desgaste.
• En medio de ambos están los policristalinos: semejantes en su funcionamiento a los monocristalinos, pero tienen una menor eficiencia.
