La lechuga es una de las plantas más recomendadas para los que se deciden a instalar su huerto en casa, pero no tienen experiencia. Este cultivo se puede instalar en cualquier época del año y no requiere grandes cuidados. Su ciclo de crecimiento es corto, y si se combinan distintas variedades, se puede obtener cosecha todo el año.


El ajo, la cebolla, las acelgas, el rábano o las plantas aromáticas son otras opciones aptas para principiantes.


Para saber cómo plantar lechugas en macetas, solo tienes que seguir estas indicaciones. Verás cómo en poco tiempo, puedes consumir sus hojas frescas con la satisfacción de haberlas hecho crecer tú mismo.


Siembra
Puedes pedir a un agricultor de la zona que te de unos planteles de lechugas o comprarlos en un vivero. Otra opción es empezar desde cero sembrando las semillas, una experiencia más gratificante ya que serás el responsable de todo el proceso.
Para sembrar con semillas:
• Pon las semillas a remojo durante 24 horas.
• Pasado ese tiempo, introduce las semillas en los almácigos a una profundidad del doble del grosor de la semilla.
• Presiona ligeramente la tierra.
Consejos:
• Los almácigos deben tener el grado de humedad óptimo para que la planta germine.
• La temperatura correcta debe rondar los 17 grados. De esta forma, la planta tardará menos de dos semanas en germinar.


Trasplante
Cuando veas que las plántulas de lechuga alcanzan unos diez centímetros de alto, ha llegado el momento de cambiarlas a una maceta.
Ten en cuenta que la lechuga crecerá y sus raíces llegarán a los 25 centímetros. Por eso, para que se desarrolle bien, la maceta debe tener un mínimo de 30 centímetros de profundidad y otros 30 de diámetro. Si vas a plantarlas en jardineras, procura dejar una distancia entre una y otra plántula de unos 60 centímetros.

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