El aumento de las temperaturas en el ártico están descongelando el permafrost de la región, una una capa congelada del subsuelo y potencialmente agitando virus que, después de permanecer dormidos por miles de millones de años , podrían poner en riesgo la salud animal y humana.

Mientras que una pandemia desencadenada por una enfermedad del pasado nos podría sonar a la trama de una película de ciencia ficción, la pandemia por covid-19 nos ha dejado claro que todo puede llegar a ser posible y así lo creen varios científicos, quienes advierten que el riesgo, aunque bajo, de que esto vuelva a suceder está infravalorado.

Además de los virus, también es probable que surjan a la superficie químicos y desperdicio radioactivo que data desde la guerra fría.

Esta es la razón por la que es muy importante mantener la mayor parte del permafrost congelado, así lo dijo Kimberley Miner, una científica climática de la NASA.

El permafrost cubre una quinta parte del hemisferio norte, específicamente en los bosques boreales y de tundra de Alaska, Canadá y Rusia. Este sirve como una especie de cápsula del tiempo, preservando, en adición virus antiguos, los restos momificados de un gran número de animales extintos.

Estos descubrimientos remarcan la importancia de combatir el cambio climático, ya que este nos traerá consecuencias muy graves y que pondrán en peligro la humanidad.

Información por: Jeanette Trillo

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